lunes, 28 de octubre de 2013

Ser FELIZ sin tener la RAZÓN

"Hay que aprender a ser feliz, sin tener la razón"


En la vida nos vamos a topar con muchas personas que siempre y en todo lugar querrán tener la razón, sin importar que para ello griten; insulten; den excusas sin sentido o incluso ponerse en ridículo a si mismos. Ellos lo único que buscan es tener la última palabra y que su opinión sea lo último que se escuche. Y algunas veces (o muchas en algunos casos) somos nosotros mismos los protagonistas de episodios en donde hacemos valer nuestra razón aun cuando eso signifique perder una amistad, un empleo, un momento, la armonía la paz, etcétera.

En esos momentos debemos hacernos la pregunta: ¿para que esforzarse siempre en tener la razón? Quizás algunos responderán que es muy satisfactorio el momento en el que pueden saborear la victoria exclamando "¡Tenía la razón!" Y la verdad, es que se siente muy bien cuando conseguimos demostrar que teníamos la razón. Sin embargo, la realidad es que la razón no esta casada con nadie.


Al final de cuentas no somos conscientes de la energía que gastamos en demostrar que tenemos la razón, independientemente de que la tengamos o no.  Toda esa energía podemos enfocarla en ser felices.
Recientemente me llego a mi correo electrónico una historia que ilustra como en una situación simple y cotidiana podemos decidir ser felices en lugar de tener la razón.

"Son las ocho de la noche en una avenida muy transitada, una pareja está en su auto y tiene que llegar a la casa de unos amigos a comer y la dirección es en una zona que no conocen por lo que ella imprimió un mapa para llegar a casa de sus amigos.


Él se encuentra manejando y ella lo dirige (como pasa siempre en mi caso en particular) y en un momento ella le pide que gire a la derecha, a lo que él le responde muy seguro que tiene que ser a la izquierda. Discuten unos segundos y percibiendo que están atrasados y pueden llegar a ponerse mal humorados, ella decide que va a dejar que él decida.


El gira a la izquierda y a las pocas cuadras se da cuenta que estaba equivocado, con mucho trabajo él acepta que tomo el camino equivocado, da media vuelta y regresa. Ella sonríe gentilmente y dice que no hay problema, que solo van a llegar unos minutos mas tarde. De vuelta en el camino él comento: "Si tenías tanta seguridad que estaba tomando el camino equivocado, ¿Porqué no insististe mucho más para que tomara el camino correcto?

Ella responde: - Porque íbamos retrasados y el tráfico estaba tan congestionado, que los ánimos estaban calentándose, estábamos a punto de iniciar una agria discusión, si insistía más, habría estropeado la noche, y entre Tener Razón y Ser Feliz, preferí Ser Feliz."


La TOLERANCIA es la mejor cualidad que un ser humano puede tener. Es lo que nos permite ponernos en los zapatos de la otra persona y ver las cosas desde su punto de vista. Es lo que nos permite dejar a los demás para que ejerzan el derecho a tener sus propias peculiaridades y opiniones. Es la razón por la que dejamos que la gente sea feliz a su manera. La persona que respeta y tolera a los demás tal y como son (sin quererlos cambiar), es capaz de crear relaciones duraderas en donde ambas partes salgan ganando, en donde la comunicación y la confianza crezcan segura y libremente. 

Si quieres ser feliz, baja los guantes y deja por un lado la lucha sobre quién tiene la razón y enfoca tu energía en lo más importante, en construir tus relaciones basadas en el amor, la confianza y el respeto.

Ahora te toca responder a la pregunta: "¿Quieres ser feliz o tener la razón?"